domingo, 24 de junio de 2007

Mi primera Clásica Cicloturista: Irati Extrem

Irati Extrem 16 de junio de 2007:
Esta ha sido la primera clásica cicloturista en la que he participado en mi vida.

Despues de un monton de años de vida sedentaria cogiendo kilos, llegó un día en el que dije basta y me apunté con mi novia a clases de Spinning 3 días a la semana.

Gracias a estas clases de Spinning, me volvió a entrar el gusanillo de la bicicleta y empecé a salir los Domingos con mis amigos, haciendo una media de entre 80 y 100 Kms.

Y ahora donde me veís en 6 meses, he vuelto a cojer un poco la forma y a volver a ser un poco el que era, antes de dejar de hacer deporte.

Mi perfil cuando hice la Irati Extrem fue el siguiente:
Edad: 34 Altura: 1,83 cms
Bicicleta: Giant Compaq Road (Once)
Desarrollos: Platos Shimano Compac 34/50 Piñones 13-25
Peso en la Irati Extrem: 86 Kgs.
Tiempo Pedaleando: 8 horas Tiempo Crono Larrau: 1 hora 36 Min.
Dorsal: 142

Mucha gente me decía que la Irati Extrem es durísima, que estaba a tiempo de no ir, pero contra más me decían eso, más ganas me entraban de participar.

Bueno, al grano:
La clásica comenzó a las 9 de la máñana del 16 Junio de 2007 en Otsagabia, hizo un tiempo mágnífico para andar en bici.

En menos de 5 kms saliendo de Otsagabía nos encontramos con el primer puerto. Esos 5 primeros Kms fueron unos de los pocos kms llanos que nos encontramos en la clásica. A partir de ahí comenzaron los desniveles.

Por culpa de las obras que había al coronar el primer puerto en el pueblo de Jaurrieta, ¡Toma!, mi primer pinchazo del año.

Paró un mecánico de la organización (muy majo por cierto), me arregló el pinchazo y encima me cambió mi cámara pinchada por otra nueva, un detallazo por su parte.

Que triste, era el último de la clásica, estaba a 2 kms del penúltimo. Unos chicos muy majos de la ambulancia se ofrecieron a remolcarme para unirme al grupo, en un principio les dije que no, pero luego me agarré a la ambulancia hasta remontar a los últimos del pelotón "menos mal, sinó hubiera realizado un sobreesfuerzo, y la Irati Extrem no está para hacerlos, hay que ahorrar fuerzas hasta el final".

Mi objetivo era finalizar, así que me lo tomé con mucha tranquilidad. En casí todos los puertos iba hablando con una persona distinta, hasta que encontré a 2 nuevos amigos que iban a un ritmo que a mi me iba bien.

Aquí en la Irati, descubrí lo que es comer como si la comida fuera el combustible de un automovil, "si no comes no pedaleas". Antes de cada puerto siempre comía algo, comía sin ganas de comer y bebía sin sed para evitar pájaras inoportunas que me arruinaran el día.

La señalización por parte de la organización fue perfecta, así como los habituallamientos, aunque se hechaban de menos bebidas isótónicas tipo Isostar etc..

En cada km que se ascendia la organización puso un cartel con el porcentaje medio del km que nos esperaba. La información que mostraban estaba genial, pero la verdad que después de tanto subir puertos casi que me daba igual subir a un 11% que a un 8%, las piernas iban pedaleaban por inercia.

Subiendo Artaburu, se empezarón a ver los primeros rampones largos, la verdad que subir Artaburu es una maravilla, muy duro, pero los paisajes son impresionantes. Se me quedaban cortos los desarrollos, iba con un 34 - 25, ya me avisó otro participante que para Artaburu y Larrau, me iba a quedar corto y así fue. Peor iba mi amigo Ion, con un 39-25 como desarrollo más grande.

Yo subí todos los puertos a mi bola, que me pasaba alguien, ni se me pasaba por la cabeza intentar seguirle la rueda. Esa fue la clave de poder finalizar la clásica, el ir a mi ritmo.

El descenso de Artaburu es muy peligroso, gravilla por el centro de la carretera, muchísimas curvas, un descenso en el que no se descansa que se baja con mucha tensión.

Subiendo Larrau más de lo mismo, a un ritmo lento pero seguro, me tiré hora y media subíendolo, el mejor lo hizo en unos 40 minutos. Este puerto es menos duro que Artaburu, pero como es el último uno está más castigado y se hace durísimo.

Ya ha 10 kms de meta, me encontraba super bien, porque había ido regulando durante toda la clásica llegando fuerte al final.

Mis objetivos para correrla el año que viene:
Bajar unos kilos: esos 86 kilos en este tipo de clásica tiran para abajo. (Si pesas 60 kilos ponte una mochila al hombre de 26 kilos para probar :P)

Cambiar los desarrollos, metiendole todo lo que me permita la piñonera, creo que un 27.

Ir con más kms rodados; supongo que para el año que viene, ya tendré acumulado bastantes kms más que este año.

Tengo muchísimas ganas de volver el año que viene, una clásica que hay que hacerla por lo menos una vez en la vida.
Un abrazo Fer

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